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Entregar todo por Jesús, es ganar todo.

Fray Diego Rojas / 0 comentarios / Comentario al Evangelio
XXIII domingo TO 2025

Domingo XXIII del Tiempo Ordinario: Entregar todo por Jesús es ganar todo.

 

Evangelio según San Lucas 14, 25-33

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.

Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?

No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:
“Este hombre empezó a construir y no pudo acabar”.

¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil?

Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.

Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».

Reflexión:

El pasaje del Evangelio de hoy nos recuerda que el discipulado no puede entenderse sino desde la primacía absoluta de Cristo. Cuando Jesús dice que hay que “odiar” padre, madre o incluso la propia vida, no está proponiendo un rechazo al amor humano, sino revelando que solo cuando Dios es amado sobre todas las cosas, los demás amores encuentran su lugar verdadero. Por eso, las recientes traducciones de este pasaje al español usan la palabra posponer, en lugar de odiar. La radicalidad del seguimiento nace de reconocer que Cristo no es un maestro más, sino el Señor que exige todo porque Él mismo lo entrega todo.

En este sentido, la llamada de Jesús no es una amenaza, y mucho menos un chantaje, es una invitación a la libertad. Colocar a Cristo en el primer lugar no significa perder a la familia, los afectos o la propia identidad, sino permitir que todo ello quede transfigurado en el amor de Dios. Es el orden de la caridad del que habla Santo Tomás de Aquino: amar primero a Dios con todo el corazón, para poder amar rectamente a los demás en Él y por Él. Sin esta jerarquía, el amor humano se desordena y se vuelve posesivo; con ella, se convierte en reflejo de la comunión divina.

La otra gran exigencia que propone Jesús en este pasaje es la renuncia a los bienes. Jesús es claro en exigir que, quien no renuncie a todo lo que posee no puede ser su discípulo. En clave teologal, esta renuncia no es un acto temerario e imprudente, tampoco un simple gesto ascético, sino un acto de fe y esperanza: ser conscietes de que los bienes materiales son cosas y cosas efímeras, y como tales, no podemos colocar en ellos el sentido de nuestro ser. Cuando el corazón se desapega de lo que perece, se abre a la posesión de lo eterno.

Este despojo es también una forma de participar en la kenosis de Cristo, que “siendo rico se hizo pobre por nosotros” (2 Cor 8,9). El discípulo, unido a su Señor, aprende que la verdadera riqueza no está en acumular, sino en darse; no en retener, sino en compartir. Así, la pobreza evangélica se vuelve un camino de configuración con Cristo pobre y crucificado, y un signo profético del Reino que no es de este mundo.

En última instancia, este pasaje nos conduce a contemplar el discipulado como un misterio de amor totalizante: Dios se da plenamente en Cristo y pide ser acogido con el corazón indiviso. La radicalidad de la renuncia no es un fin en sí mismo, sino el medio para vivir la única plenitud verdadera: “Dios lo será todo en todos” (1 Cor 15,28). Solo quien entrega todo a Cristo, lo recibe todo de Él.

Oración:

Señor Jesús, Tú que pediste dejarlo todo para seguirte, enséñame a vivir con el corazón libre y confiado en el amor del Padre. Haz que nada me ate más que tu gracia y que mi única riqueza seas Tú. Concédeme la valentía de poner tu amor en el primer lugar, y la paz de saber que quien se entrega a Ti no pierde nada, sino que lo gana todo. Amén.

Foto de Katt Yukawa en Unsplash

Fray Diego Rojas Fray Diego Rojas

Comunidad de frailes dominicos de Caleruega

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