Desde la cuna de Santo Domingo de Guzmán, los frailes dominicos de Caleruega compartimos en este espacio reflexiones, historias y pensamientos sobre diversos temas que nos interpelan y nos inspiran.
Más info sobre el blog

Yo soy la Resurrección y la vida

Fray Diego Rojas / 5 comentarios / Comentario al Evangelio
Todos los difuntos 2025

Conmemoración de todos los fieles difuntos: Yo soy la resurrección y la vida.

Juan 11, 17-27

Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos quince estadios; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».

Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».

Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».

Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».

Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

Reflexión:

En este día en que recordamos a todos los fieles difuntos, la Palabra nos conduce al encuentro entre Jesús y Marta, la hermana de Lázaro. Marta sale al encuentro del Señor con una frase cargada de fe y de dolor: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.” También nosotros, ante la pérdida, solemos decirle a Dios: ¿Dónde estabas? Pero el Evangelio nos enseña que Jesús llega siempre a tiempo, no al tiempo del reloj humano, sino al tiempo del amor que madura en la espera.

Marta representa al creyente que no se encierra en su tristeza, sino que busca dialogar con Jesús. Su fe no es perfecta, pero es sincera, y esa sinceridad la abre a una revelación más profunda: “Yo soy la resurrección y la vida.” San Juan Crisóstomo decía que la fe se fortalece en la prueba, porque solo allí se purifica de todo interés y se apoya enteramente en Dios.

Jesús no ofrece a Marta una explicación sobre el porqué de la muerte, sino que se ofrece a sí mismo. No promete solo una resurrección futura, sino una vida presente que empieza ahora, en quien cree. Quien confía en Él vive ya de una vida que no puede morir. La fe, entonces, no es una evasión del dolor, sino una manera nueva de habitarlo: con esperanza. En medio del duelo, Jesús nos invita a creer que la muerte no tiene la última palabra, porque Él mismo es la Vida que transforma nuestras lágrimas en semilla de eternidad.

Al recordar hoy a nuestros difuntos, no los vemos como ausentes, sino como vivos en Dios. Ellos siguen formando parte de nuestra historia, envueltos en la luz del Resucitado. Cada Eucaristía es un encuentro donde el cielo y la tierra se tocan, donde los que lloramos y los que ya partieron nos unimos en el mismo Cristo. Con esta certeza nos podemos preguntar: ¿He aprendido a reconocer la presencia de Dios incluso en los silencios y retrasos de la vida? ¿Qué lugar ocupa la memoria de mis seres queridos en mi oración y en mi fe?

Oración

Señor Jesús, Resurrección y Vida, en este día en que recordamos a nuestros difuntos, fortalece nuestra fe cuando el corazón se entristece, consuela nuestras lágrimas con tu esperanza,
y haznos creer que el amor no muere, sino que se transforma en vida eterna junto a Ti.
Amén.

Fray Diego Rojas Fray Diego Rojas

Comunidad de frailes dominicos de Caleruega

Anterior


Hay 5 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Carmen Josefina Torrón.
2 de noviembre de 2025 a las 00:24

Llorar a nuestros seres queridos que partieron es normal. Mi esposo Miguel hace 27 años que falleció de repente, pero por fe creo que por dolorosa que fue su partida, Dios, en su infinita misericordia, lo tiene en Su Presencia. El es la Resurrección y la Vida Eterna. Gracias Señor por tu misericordia y tu presencia.

Diac. Jacinto Sención
2 de noviembre de 2025 a las 01:17

Saludos y bendiciones desde la República que alegría poder leer y compartir estas reflexiones. Gracias por seguir el ejemplo de Santo Domingo.

Xiomara Valenzuela
2 de noviembre de 2025 a las 03:12

Hermosa predicación que nos reafirma nuestra esperanza en que nuestros seres queridos están vivos en Dios y que por lo tanto la muerte es un paso que nos permite alcanzar la vida eterna en Él.
Dios lo bendiga!

Wanda Mateo
2 de noviembre de 2025 a las 21:55

“hazno creer que el amor no muere, sino que se transforma en vida eterna junto a ti”. Gracias Fray Diego por esa frase llena de sabiduría y Esperanza.

Jesus Mosquea González
3 de noviembre de 2025 a las 00:00

Dios nos ofrece algo más allá de la muerte vida eterna , por tal motivo debemos de tener puesta nuestra esperanza en Dios y acresentar nuestra fé en aquel que dice que es la vida y la resurrección Jesucristo nuestro Señor. Yo soy la resurrección le dijo Jesús a María para que ella no se sintiera desamparada en ese momento de angustia, ella puso su mirada en él muchos de que murieron también pusieron su esperanza en aquel que es la vida y la resurrección.

Categorías

Últimos artículos

Archivo