Una plataforma de oración, formación y fortalecimiento en la vida sacerdotal al servicio de las iglesias locales
Los días 2 al 5 de junio se celebró en Caleruega, pueblo natal de Santo Domingo de Guzmán, el XIV Encuentro de la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo de España. Participaron 19 sacerdotes diocesanos (Diócesis de Valencia, Albacete, Cartagena, Toledo, Oviedo, León, Tuy-Vigo, Canarias, San Sebastián, Tarrasa, Cádiz, Asidonia-Jerez, Sevilla y Madrid). Durante este encuentro formalizaron su pertenencia a la Fraternidad dos sacerdotes (uno de Cádiz y otro de Jerez), y empezó un tiempo de iniciación un sacerdote de Sevilla. Otros dos solicitaron comenzar ese proceso, si bien no ocurrirá hasta el próximo encuentro que se celebrará, Dios mediante, en San Sebastián.
Este XIV Encuentro tuvo dos grandes temas de reflexión: acerca de lo que significa construir una fraternidad sacerdotal; y sobre la espiritualidad sacerdotal que se deduce de la propuesta carismática representada por Santo Domingo de Guzmán. Todo ello, unido a la convivencia y la oración, contribuyó a crear la atmósfera adecuada para abordar la revisión del borrador del directorio particular de la Fraternidad que fue votado afirmativamente y que, una vez revisado por las autoridades competentes, entrará en vigor y servirá de marco de ordenamiento y funcionamiento de la Fraternidad Sacerdotal de Santo Domingo de España.
Este encuentro también fue una ocasión para celebrar la oración con las monjas contemplativas dominicas de Caleruega, en el VIII centenario de su fundación por el Rey Alfonso X. ocasión propicia también para visitar el extraordinario Museo del Monasterio. También, la convivencia con la comunidad de frailes dominicos del convento de Santo Domingo, corroboró que este modelo de fraternidad sacerdotal ofrece una plataforma extraordinaria para vivir el ministerio sacerdotal sin perder el tesoro de gracia e inspiración que aporta un carisma tan actual como el que representa la Orden de Predicadores.
El día 5 terminó este encuentro en Olmedo, compartiendo encuentro y eucaristía con unas monjas dominicas contemplativas que están estrenando una Federación compuesta por 11 conventos que tienen como característica el fomento de la Vida Contemplativa cristiana en lugares donde ésta no existe, previa solicitud de los obispos que desean implantarla.
Cada uno de los participantes regresó a sus parroquias o ministerios encomendados en sus diócesis, agradecidos a Dios por ver que esta Fraternidad, que nació hace 3 años, está creciendo y consolidándose, siendo una plataforma de oración, formación y fortalecimiento en la vida sacerdotal al servicio de las Iglesias locales.